miércoles, 9 de septiembre de 2009

Caminos

Estaba nervioso, pese a haberlo hecho muchas veces. Apoyado en una esquina observaba el trasiego de gente..salian..entraban, con compra, sin compra. Se encontraba impaciente y cansado..cansado de esperar, no tenía ganas de elegir, se decidiría por cualquiera y punto.

Le puso la navaja a la altura de la cadera y le dijo: "sigue andando, no grites y no te pasará nada". Una vez en el callejón en el que normalmente realizaba las transacciones..esas en las que la gente le entregaba su dinero, móviles, ipods, joyas y relojes, a cambio de dejar de sentir miedo por la posibilidad de recibir una puñalada, empezó a pensar en sus acciones..¿realmente necesitaba robar?. Era una mala costumbre adquirida hacía años, durante su ya olvidada, época de drogodependencia, que finalmente, se había instalado en su rutina casi diaria. Era la manera que tenía de ganarse la vida, acosta del trabajo ajeno..¿qué clase de manera de ganarse la vida tenía?. Durante la vigilia y el sueño, esta pregunta le hacía sentirse extrañamente incomodo.

"Dame todo el dinero que tengas, también las joyas y el...", se quedó sin palabras ante esos ojos azules que le miraban candorosamente..esos ojos que pertenecían a Laurita. Había sido su amiga-vecina en el barrio en el que vivió con sus padres, cuando estos todavía seguían vivos. Laurita..con la que compartió tantas tardes de pipas y adolescentes conversaciones. Laurita..con la que había sentido por primera vez el calor de un beso y las cosquillas de caricias pueriles. Laurita..a la que le escribió pseudo-poemas que nunca le entregó. Laurita..de la que nunca se despidió, cuando se fue del barrio para nunca volver, por miedo a llorar delante de su cara de ángel.

Metió la mano en su bolso y sacó la cartera, le tendió un billete de 20 euros al hombre que frente a ella, sostenía un arma blanca amenazante. Cerró la navaja y la metió en su bolsillo, bajó la vista avergonzado..nunca en su vida había sentido tanta vergüenza. Se dio la vuelta y corrió..con la mente llena de la imagen, de esos ojos azules y entre sollozos entrecortados, se oyo decir.."nunca más..nunca más".

Sesión destino:

Yo: La gente elige caminos diferentes, aún siendo personas afines sentimentalmente.

Mi querido psicoanalista: Todos somos diferentes y ejercemos nuestra libertad de elección, bajo unos parámetros dificilmente lógicos y controlables. Dependemos de demasiadas cosas, materiales e inmateriales.

jueves, 3 de septiembre de 2009

Extraños seres

Tendida boca arriba con los ojos cerrados, se mantenía inerte. El aire erosionaba su piel pero no parecía importarle, pensé en que estaba sin vida...como muerta. Me sobrevino una preocupación, me sorprendí de tener esos sentimientos hacia una persona desconocida.. y aunque fuera conocida..¿yo preocupado por alguien?

Entonces pasó, acerque lentamente mi mano para comprobar su estado vital. La toqué...se incorporó de un salto...empezó a insultar gravemente mi genética, a dudar de mi capacidad mental y después me dijo algo coherente: "¡que coño haces!..¿es que una no puede tomar el sol tranquila?". ¿Tomando el sol?...que seres más extraños, pensé.
Estos seres también se dedican (cuando no toman el sol) a pasear unos aparatejos, con los cuales enfocan a otros (supongo que igual de extraños que ellos) y hacen una especie de imagen congelada y sonriente. Igualmente hacen la imagen de monumentos o de cualquier cosa que despierte curiosidad, en sus mentes de seres extraños.

Estos seres parecen tener un apetito voraz, se pasan mucho tiempo buscando el lugar idóneo donde apaciguar el dolor de sus piernas, cansadas por los intensos e interminables paseos en busca del conocimiento del lugar. Se reunen en sitios llenos de mesas y comensales, los cuales no paran de comer y beber, hasta que se levantan acariciando su llena barriga, a la vez que alzan las cejas y resoplando, dicen en alto: "vamos que todavía tenemos que visitar la parte antigua"

Sesión extraña:

Yo: ¿Estos seres, sólo aparecen en verano?

Mi Querido Psicoanalista: Usted no debería de preocuparse de cómo actúan los demás, bastante tiene con sus propios actos. Por cierto..¿que tal sus vacaciones?

Yo: Pues la verdad que muy bien...haciendo cosas extrañas.