lunes, 11 de mayo de 2009

Desconocidos

Iba yo resuelto a comprar el pan..¿que digo?..si yo nunca compro pan..mejor..iba yo resuelto a comprar tabaco (sii..eso si) y estando dentro del estanco, vi a un individuo que estaba contando lentamente las monedas sueltas que descansaban en la palma de su mano. Entonces le miré la cara..una cara conocida, pero no sabía de que, mi cerebro no asociaba esa cara en el amasijo de personas conocidas de mi vida social.

Me acerqué por su flanco izquierdo (por detrás no es conveniente en estos casos) y le dije.."perdona"; él se giró y en su cara observé dibujarse una sonrisa..una sonrisa de esas robóticas con la que deleitas a los vecinos en el ascensor, de las que hago al camarero que veo todos los días, detrás de la barra del infecto bar al que acudo para mi terapia educacional a base de alcohol y hierbas o bien de las que dedicas a la novia de tu amigo cuando te mira mal, porque te hace responsable de la "mala vida" que lleva su "amado", cuando ella sólo existe, si es que lo hace, en las conversaciones irónicas llevadas al extremo, mientras "descorchamos" sin cesar tercios de cerveza, a los que no se les ve la marca porque está cubierta de polvo (o lo que creo que es polvo), en el maldito antro infecto antes mencionado. Pero se borró enseguida esa sonrisa de su rostro y puso cara de aburrida expectación, a la que yo respondí con un sugerente:

-¡Tío, no te suena mi cara!..tu me resultas familiar, pero no sé de qué.

-No, no me suenas de nada.-me dijo, mientras empezaba a hacer el movimiento para ponerse de cara a la estanquera y dejar de ver la mía.

-Tal vez..¿de la mili, de algún cursillo del Inem o pudiera ser que nos conociéramos fumando sudorosamente Opio en Hanoi?-le insistí, ante el convencimiento de que le conocía seguro.

-¡Que no te conozco..coño y dejame ya en paz, que me estas empezando a cargar!-voceó, visiblemente cansado de mi compañía.

Decidí que era buen momento para dejar de fumar o en su defecto, largarme a buscar otro estanco y eso hice, no sin antes despedirme con un saludo manual de mi desconocido amigo, porque educación hay que tener siempre.




  • Sesión con Mi Querido psicoanalista:

-¿Por qué hay gente que aún conociéndote hacen como que no te han visto en la vida?..¿acaso he sido capaz de "putearles" y mi subsconciente lo ha borrado de mi memoria, para que mi cerebro no se estropee más de lo que está?

-Mi tiempo es muy valioso y semejante banalidad no creo que sea correcto, ni beneficioso para usted hablarlo en estas sesiones..lo digo más bien, porque le cuestan su dinerillo.

-Yaa..sólo digo que..

-¡Mire mi querido "ser elemental"!-me cortó y ejecutando una seña inequivoca con su dedo indice para que me acercase, se reclinó, para aproximar su boca a mi oreja y me dijo en un susurro.-si dentro de unos años, cuando ya no sea mi paciente, me lo encuentro en cualquier sitio de la tierra, en cualquier situación, tenga por seguro..que yo tampoco le reconocería.