lunes, 25 de mayo de 2009

Tormenta

Empecé a oír relámpagos..era ella que se estaba acercando. Presentí la tormenta antes de que se formara, saqué mis manos de los bolsillos (su sitio preferido), por sí en algún momento me podrían servir de escudo..y me preparé lo mejor que pude, mentalmente y físicamente. Preparé a mi mente para que no se sintiera molesta y al ego también, mi cuerpo estaba rígido, los músculos tensos. Como vi que le quedaban un par de metros para llegar a mi altura, apuré los últimos estertores del Tekila, que yacía inconmensurable y reposado, en el cuarto vaso de chupito que, amablemente y previo pago, me había puesto la camarera obviando las miradas que dirigí, hacia su generoso escote. Y obviando igualmente, mi invitación para ir un día a las carreras o bien tomarnos algo en mi casa, cuando acabara su dura jornada de trabajo.

El Tekila bajaba arduo y veloz (por que le gusta conducir) por el esófago, calentando sus paredes..arrasando, nada lo podía parar de su objetivo, al igual que a ella. No me gustaba su cara, estaba algo desencajada y sus mandíbulas no podían apretase más fuerte, la una contra la otra. Sus garras pintadas de rojo sangre, estaban afiladas ; sus dedos estaban separados y estirados.. avanzaba inexorablemente, por un momento creí que que el Tekila ingerido, iba a salir de su escondite, justo cuando la tuviera delante.

Me miró..perdonándome la vida y..pasó de largo. Su víctima no era yo..menos mal, por que no la conocía..se lanzó sobre la espalda de un chaval, que no tenía mi capacidad de presentir tormentas y por lo tanto no la vio venir.

Mientras ella dominada por la ira, le escupía a la cara una retahíla de frases cargadas de una fina capa de odio y salpicadas con insultos variopintos..léase: "tonto el culo", "eres la imbecilidad personificada", "manirroto que eres un manirroto"..esta última me obligó a hacerle una seña a la cañera camarera, para que volviera a hacer uso de su grandilocuencia botellera.

El chico cada vez se hacía más pequeño y ella más grande, lo tenía apabullado, no la podía ni mirar a la cara. La gente que estaba cerca, miraba la escena entre risas y sorpresa. De repente se abrazaron y pasaron a la pasión, se besaban como si cada uno necesitase para vivir el aire del otro, se estrujaban y bailaban Pogo comiéndose..tal vez lleguen a tener una bonita historia juntos o no.
  • Sesión esporádica:

-¿Usted como definiría a la gente así de pasional y de vehemente, como personas con un problema de auto control?-le pregunté a mi querido..

-Jeje..se carcajeó.-mi "personaje de cuento preferido"..yo no defino a nadie..sólo me limito a tratarles con mis aptitudes "psicoanalisticas" y cobrarles.