jueves, 15 de abril de 2010

Muerte

Estaba tumbado boca arriba, no me llegaba el aire con la suavidad habitual, necesitaba aspirar con fuerza por la boca, a la vez que despegaba con sobresalto mi nuca de la almohada, para después dejarla caer de nuevo. Mis manos tenían vida propia, se aferraban a las sábanas, retorciéndolas, tirando para arrancarlas..eso quería "ella", arrancarme el alma del cuerpo sin pedir permiso..eso parecía que pretendiese. Mi cuerpo empezó a convulsionarse, la cabeza giraba impetuosa haciendo el movimiento del "NO", al igual que una batidora..quería batirme el cerebro.

Decidí que ya no valía la pena luchar mas, no me quedaban fuerzas para otro intento de resistencia a lo inevitable, pero no lo pensé razonadamente, mas bien fue un impulso..el impulso de abandonarse y dejar que todo acabase. Entonces mi cuerpo se relajo, todos los músculos tensionados se volvieron inertes, ya no necesitaba el aire con tanta desesperación y mi cabeza reposaba hundida en lo que quedaba de almohada.

Un último movimiento hubo, mi pelvis dio una sacudida "mortal", mi espalda se arqueó como la de un contorsionista y me sobrevino esa electricidad calurosa..esa que empieza en los dedos de los pies e invade todo tu ser, haciendo que tu mente quiera salir..escapar al gozo; te quedas ciego y tus oídos oyen en la lejanía un grito de placer..un grito que sale de tu garganta, pero que parece que es otra la que lo expulsa..estoy muerto.

Y resucité..ahora es el momento en que mas vivo me siento, aunque le llamen "La petite mort", por que tu cara se reencuentra con mi torso, tus senos se acuestan en mi vientre y tu melena oscura me abriga. La quietud de la calma espesa me arrulla y me adormezco soñando que de nuevo..vencí a la muerte.

Sesión mortecina:

Mi querido psicoanalista: Me satisface saber que por lo menos, disfruta de algo sano..cuando no está borracho o drogado.

Yo: Y usted..¿disfruta de algo en la vida?