Otras suenan a agua fluyendo de un pequeño riachuelo, su belleza es plácida, su rictus tranquilo, su conversación pausada al igual que sus movimientos..me inquietan sobremanera.
Las trompetas circenses que escucho, provienen de las gentes que hablan de una vida inventada, te hablan de lo que les gustaría que les pasase , autoconvencidos e intentando convencerte de una certeza, que sólo reside en su imaginación estropeada.
El sonido chirriante a cuchillo desgastado y oxidado, lo oigo cuando me topo con una persona hipócrita, de malas artes, a la que le encantan las suspicacias, oscura en su forma de mirarte y siempre con una sonrisa malévola dibujada en sus labios.
El campo en todo su esplendor, con los cantos de los pájaros y el sonido de los árboles meciendose con el viento, lo escucho cuando estoy con alguien alegre, pizpireta, que te habla desde la simpatía, de amplias sonrisas y mirada limpia.
Hay muchos más sonidos que oigo en referencia a las personas, pero sería muy extenso de contar, en otra ocasión tal vez..
- Sesión auditiva:
Yo: Cada vez que le veo, oigo monedas y cajas registradoras afanándose.
Mi Querido Psicoanalista: Yo preferiría estar sordo, cuando usted entra por la puerta.